Originalmente, los barberos eran cirujanos y dentistas

En la Europa Medieval, existía una peculiar profesión: cirujano-barbero, que lo mismo cortaban la barba y el pelo que hacían sangrías, extraían muelas o blanqueaban los dientes con aguafuerte.

Los barberos practicaban cirugías, amputaciones, enemas, arreglaban roturas, extraían piedras del riñón, trataban heridas, drenaban forúnculos, sajaban quistes, limpiaban oídos, y formulaban ungüentos.

En el siglo XV, bajo el reinado de Enrique VIII, barberos y cirujanos fueron separadas como oficios independientes, aunque los barberos aún estaban encargados de la extracción de dientes.

El padre de la cirugía moderna, Ambroise Paré, en los comienzos de su carrera en el s.XVI, se formó como cirujano-barbero como parte del Gremio de Barberos Cirujanos de Paris.

Barber Pole: Icono de la Barbería

Origen y significado del Barber Pole

En la primavera era común que la gente acudiera a hacerse una sangría, pues se creía que sacando el exceso de sangre, se equilibraban los humores del cuerpo y se era más resistente ante las enfermedades.

Se sumergía el brazo del paciente en agua caliente para que las venas resaltaran y poderlas ver mejor, luego el paciente se agarraba con fuerza a un poste donde las venas se hinchaban y el barbero hacía una incisión en la vena elegida (cada una era asociada a un órgano) para que la sangre brotara y cayera en un recipiente, que hacía las veces de medidor de la cantidad de sangre extraída, llamado sangradera.

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando los cirujanos-barberos que tenían prestigio y no eran ambulantes se establecían en un local, adoptaron como símbolo para colocar en sus puertas y que la gente los reconociera, un cartel con una mano levantada de la que chorreaba sangre que caía a la sangradera.

Como las manchas de sangre del poste no daban buen rollo a los clientes, el poste se pintó por completo de rojo y en él se ataban trozos de venda blancas. Entonces el gremio decidió cambiar el reclamo de sus fachadas, y en lugar de la mano chorreando sangre, colocaron el poste blanco y rojo que era más discreto para señalizar su establecimiento.

A finales del siglo XIX, en la mayoría de ciudades, la presión de los cirujanos consiguió que los barberos lograran por separado un gremio independiente, y a pesar de ello conservaron el famoso poste que hoy en día seguimos viendo en muchas barberías y alguna peluquería que esta rescatando este símbolo.

FUENTE: «La curiosa historia de los cirujanos-barberos y los postes de las barberías.«

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